Molécula hidrófila
¿Cómo puede una sustancia ejercer tantos electos diferentes? Por ahora, hay sólo hipótesis atrae poderosamente las moléculas de agua. Donde quiera que esté el agua, el DMS0 la sigue y algunas veces reemplaza las moléculas de agua en las estructuras biológicas. No hay que olvidar que en el cuerpo humano el 70% es agua. Según Harry Szman, de la Universidad de Detroit, no hay otra sustancia conocida que pueda tener la capacidad de penetración al interior de los tejidos, como la tiene el DMS0″.
De acuerdo a Albin, el DMSO empapa las sustancias químicas y parece cambiar la permeabilidad de las membranas celulares.
El DMSO tiene una característica única de atravesar la piel y pasar el torrente circulatorio. Casi no existen sustancia que el DMSO no disuelva y por ello puede ser peligroso al hacer pasar a través de la piel sustancias tóxicas o venenosas. Kent Stenzel, del Colegio Médico de Cornell, sugiere que podría ayudar a pasar, a través de la piel, sustancias contaminantes del ambiente. Hay que tener especial cuidado de no usar DMS0 que no haya sido perfectamente purificado. El DMS0 industrial irrita la piel.
Porque el DMSO es muy buen vehículo, no hay que usarlo combinado con otras sustancias como insulina digital. Las mujeres embarazadas no deben usarlo, porque en animales de experimentación ha provocado malformaciones fetales. Dosis excesivas de DMS0 destruyen los glóbulos rojos y aumenta el tiempo de sangramiento. Se ha reportado también que produce lesiones en los ojos.
Tal vez por todo esto, el Food and Drug Administration, no le ha concedido el visto bueno. Más aún, prohíbe el uso de la droga en la investigación en humanos y advierte que quién la esté usando, está corriendo un riesgo. A pesar de ello, no se han descrito casos en que haya sido realmente dañina.
La controversia continúa. Recientemente se ha escrito un libro sobre ella; «La droga perseguida: historia del DM50». En Búffalo, el Food and Drug Administration está retirándola del comercio e incluso ha requisado el libro, justificando así su «Demsoaversión».